Limpieza regular: Limpie regularmente sus electrodomésticos con un paño húmedo y un limpiador suave para quitar la suciedad y las manchas.

Uso adecuado: Asegúrese de usar sus electrodomésticos de acuerdo con las instrucciones del fabricante y evite sobrecargarlos.

Almacenamiento adecuado: Almacene sus electrodomésticos en un lugar seco y fresco, alejado de la luz directa del sol y de fuentes de calor.

Protección contra sobretensiones: Instale un protector de sobretensiones para proteger sus electrodomésticos contra picos de energía eléctrica.

Mantenimiento: Realice un mantenimiento periódico de sus electrodomésticos para asegurarse de que estén funcionando correctamente y para detectar cualquier problema a tiempo.

Reparaciones: Si tiene problemas con un electrodoméstico, llame a un técnico calificado para repararlo en lugar de intentar arreglarlo usted mismo.

Limpieza: Limpie todos los estantes, compartimentos y gomas de la nevera con una solución de agua y vinagre blanco. También puede utilizar un limpiador desinfectante.

Almacenamiento adecuado de los alimentos: Asegúrese de envolver adecuadamente los alimentos y colocarlos en recipientes herméticos para prevenir la contaminación cruzada.

Bolsas de té: Coloque una o dos bolsas de té en la nevera para absorber los olores. Reemplácelas cada dos semanas.

Bicarbonato de sodio: Coloque un recipiente pequeño de bicarbonato de sodio en la nevera para absorber los olores. Cambie el bicarbonato cada mes.

Activador de carbono: Coloque un activador de carbono en la nevera para ayudar a absorber los olores.

Descongelación y limpieza profunda: Descongele y limpie completamente la nevera cada pocos meses para eliminar los residuos de alimentos y prevenir futuros malos olores.